Evaluación de abonos orgánicos como sustitutos del guano sin compostar para una mejora sostenible en el cultivo del tomate industria. (Solanum lycopersicum)
Resumen
El tomate (Solanum lycopersicum) es un cultivo esencial en la producción alimentaria
global, especialmente en su uso para consumo fresco e industrial. En Argentina, las
provincias de Mendoza y San Juan han liderado la producción durante los últimos diez
años. La tendencia hacia una agricultura más sostenible, impulsada por la bioeconomía,
busca optimizar los recursos biológicos renovables y mejorar la calidad del suelo. En
este contexto, el uso de enmiendas orgánicas ha demostrado ser eficaz para mejorar la
calidad del suelo, aunque su manejo debe ser cuidadoso para evitar efectos negativos.
Desde 2021, la normativa de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) exige el tratamiento
adecuado de enmiendas orgánicas, asegurando su sostenibilidad. En San Juan, el uso
de guano sin compostar en dosis de 10 t.ha⁻¹ es común entre los productores de tomate
para industria debido a sus beneficios en la mejora de la estructura del suelo, la
retención de agua, la disponibilidad de nutrientes y el desarrollo de la microflora. Sin
embargo, esta práctica no cumple con la normativa de BPA, lo que hace necesario
buscar alternativas que ofrezcan beneficios similares y sean conformes con la
regulación. Este estudio tuvo como objetivo evaluar el impacto de enmiendas orgánicas
estabilizadas como sustitutos del guano de gallina en el cultivo de tomate industria, con
énfasis en la calidad del suelo, los aspectos fenológicos y la partición de biomasa. Se
analizaron diversas enmiendas orgánicas aplicadas en distintas dosis: guano de gallina,
guano compostado y pelletizado (Guanito®), compost DERVINSA, abono orgánico
DERVINSA, bocashi y pellet de compost PTA. Los resultados indicaron que las
enmiendas orgánicas estabilizadas mejoraron significativamente las propiedades físicas
y químicas del suelo, aumentando el contenido de materia orgánica, la estructura y la
capacidad de retención de agua. Sin embargo, algunos tratamientos elevaron la
conductividad eléctrica, lo que resalta la importancia de un manejo adecuado de las
dosis para evitar la salinización y efectos adversos sobre el rendimiento. En cuanto al
rendimiento, todas las enmiendas estabilizadas incrementaron significativamente la
producción total y comercial de tomate en comparación con el testigo. En términos de
calidad industrial, los parámetros de pH, sólidos solubles totales y acidez total se
mantuvieron dentro de los rangos aceptables en todos los tratamientos de enmiendas
orgánicas. En conclusión, las enmiendas orgánicas estabilizadas mejoraron la calidad
del suelo, el rendimiento y la calidad industrial del tomate, ofreciendo una alternativa
viable y sostenible al guano de gallina sin compostar.
Colecciones
- Agronomía [14]
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